El cofre de madera estaba simplemente ahí, esperando el momento en que después de 40 años alguien lo abriera para develar su secreto, el protegía todos los días ese secreto, ya que era su única misión en la vida, aparte de eso no tenía ningún otro motivo para existir, por eso no hacia más que esperar.
Un buen día aquel pequeño cofre de madera se encontraba como todo el tiempo enterrado, sin poder ver el mundo exterior, escucho a unos cuantos metros de el el sonido de palas, asi paso un buen rato, hasta que sintió un fuerte golpe en su superficie, no tuvo mas que esperar el momento en que su misión en la vida terminara.
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